Poner y quitar
Ya es mayor y le encanta
comprobar su psicomotricidad, como pararse, levantarse, etc. Además, coger los objetos para
volver a dejarlos, ordenar y desordenar a su manera.
Juega con él a hacer montones diferentes, separando por
colores, texturas, etc. y, después a cambiarlos. También a llenar y vaciar
cajas, bolsas y tazas.
Arrastres de juguetes
Cuando ya se ponen de pie, les motiva mucho desplazar cosas. Ata
un cordón a varios juguetes y pónselo en las manos, para que tire de ellos, de
un lugar a otro. Puedes hacerlo tú previamente, para que te imite.
Si estáis en una fiesta, idea una competición entre varios
bebés, en la que participe con alguno de sus padres.
Imitar sonidos
El descubrimiento del mundo de los sonidos es una maravilla
para ellos. Si le haces distintos sonidos para que te imite, se divertirá de lo
lindo, más aún si se trata de animales. Prueba a formar una canción con ellos,
verás cómo te sigue el ritmo
Jugar a disfrazarse
Su imaginación se dispara cuando se trata de jugar a roles.
Al igual que imita a los adultos, también le gustará representar a un médico,
un maestro o un bombero.
Juega con él a figurar una escena sencilla, con un disfraz y
unas herramientas básicas (a esa edad, no necesitan disfraces confeccionados para
imitar):sombreros , maletines e, incluso la gorra de
papá y el bolso de mamá. También puedes hacer un disfraz rápido con prendas que
ya no uses.
La casita
Los niños saben imitar muy bien las tareas domésticas, ya que
les parece cercano y natural. Tanto es así, que si les das una bayeta, querrán
limpiar como haces tú.
Es perfecta para ellos una casita, con utensilios de su
tamaño que puedan manipular: ollas, planchas, etc. Prueba a jugar con él dentro
de la casita, eso le emocionará.
Pequeños consejos
·
Descubrir:
Cada niño es un mundo; irás comprobando qué juegos le gustan y cuáles no.
·
Repetir:
Hay veces en que los juegos no funcionan a la primera, otras sí. Ten paciencia.
·
No
insistir: La atención del niño en un juego baja al cabo de 20 minutos,
aproximadamente; lo notarás enseguida. Es el momento de cambiar de juego
o…darle de comer.
·
No
te importe que siga con los muñecos blandos; le seguirán gustando durante mucho
tiempo, pues le sirven para su imaginación, jugando con ellos a distintos roles
de compañía y de imitación. Les hablan, les sonríen y les riñen, como parte de
su desarrollo emocional.
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